Storyboard: cotidianidad.
En el pasado me habría levantado apurada para bañarme, ir a dejar a mi hija al colegio y partir a la U o a la pega. Hoy todo ocurre acá, en mi casa. Me he convertido en lo que juré destruir, en una dueña de casa, preocupada del desayuno de los niños, de lavar la ropa y de esa pregunta odiosa "qué hago de almuerzo mañana?". Pasé a una etapa que rogaba no vivir, pero además se sumo no mutar y seguir siendo la estudiante/trabajadora que era antes. Hoy se me sumó esta otra responsabilidad.
Aunque no todo es tan malo, esto me deja experimentar en la cocina, tener tiempo para hacerme mi skincare, bañarme y tomarme mi café tranquila, no apurada como siempre. Sólo me aburre estar todo el resto del día en el computador.
Ya volverá lo presencial a mi vida.


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